Los nombres alemanes suelen seguir la estructura occidental de un nombre de pila (Vorname) seguido de un apellido (Nachname o Familienname). Una característica significativa es el predominio de apellidos derivados de ocupaciones (por ejemplo, Müller - molinero, Schneider - sastre, Fischer - pescador), patronímicos (por ejemplo, Peters - hijo de Pedro), características geográficas (por ejemplo, Berg - montaña, Bach - arroyo) o características personales (por ejemplo, Klein - pequeño, Schwarz - negro).
Los apellidos compuestos conectados por un guión (por ejemplo, Schmidt-Rottluff) también son relativamente comunes. Los nombres de pila suelen ser nombres germánicos tradicionales (por ejemplo, Johann, Friedrich, Anna, Elisabeth) o nombres internacionales ampliamente utilizados. Los segundos nombres son frecuentes, pero rara vez se usan en la atención diaria.
Los apellidos compuestos conectados por un guión (por ejemplo, Schmidt-Rottluff) también son relativamente comunes. Los nombres de pila suelen ser nombres germánicos tradicionales (por ejemplo, Johann, Friedrich, Anna, Elisabeth) o nombres internacionales ampliamente utilizados. Los segundos nombres son frecuentes, pero rara vez se usan en la atención diaria.